Simplemente fútbol

Vibrante partido en Mestalla de los dos últimos ganadores de la Copa del Rey. Lástima, que lo que lo ha hecho apasionante, hayan sido los últimos 10 minutos de encuentro, donde el Sevilla ha dilapidado la ventaja obtenida en una segunda mitad para enmarcar. 3 a 2 en el partido de ida, con todo a decidir en la vuelta y con un Sevilla que aún tiene mucho que decir. El Valencia jugó a ratos, si bien, los de Jiménez bordaron el fútbol tras la salida al campo de Capel en el descanso. Comenzó mal el partido para los andaluces, a los 5 minutos de encuentro, Villa aprovecha su calidad para marcar el 1 a 0. Una primera parte sin más historia, y sin llegadas visitantes dio paso a una segunda llena de ritmo. Navas, con molestias, dejó paso a Capel en la derecha, y a los 7 minutos de la segunda, dió un preciso balón con la diestra, su pierna menos buena, que Luis Fabiano remató a gol ante la mala salida de Guaita. Los visitantes tocaban y tocaban en línea de tres cuartos, a placer, sin finalizar en gol las jugadas. Tuvo que ser un clamoroso fallo del juez de línea (quizás el fuera de juego más claro que se ha visto en un campo de fútbol) el que permitiera el gol de Adriano. La eliminatoria se ponía franca para el conjunto nervionense. Cuándo parecía mucho más cerca el 1 a 3 que el empate, una jugada aislada de ataque valenciano llega a los pies de Baraja, que ante la pasividad de la zaga roja, dribla a tres contrarios antes de cruzar al palo derecho de Palop, que nada pudo hacer. Los de Émery apretaban, y dos minutos después, cuando restaban cinco para la conclusión del choque, una jugada de Joaquín no encuentra rematador, y en fácil posición Romaric comete un fallo lamentable entregando la pelota a Mata dentro del área, y el burgalés de orígen asturiano dispara a puerta con la suerte de rebotar en Squillaci y perforar la red sevillista. Un partido y eliminatoria ganadas que complican el pase a un Sevilla que mereció más. El miércoles que viene, en Nervión, se citarán de nuevo para dilucidar quién pasará a semifinal. Con Kanouté, y con ganas de revancha.